viernes, julio 22, 2005
«Ganar al cáncer es pan 'comío'»
Navegando encontre esta entrevista en el Diario La Verdad, la copio integra por que creo que merece la pena, se trata de Maria del Mar Rodríguez, la voz de Chambao.
La voz de Chambao presenta esta noche en Lorca su ya disco de oro 'Pokito a poko'
T. M. M./LORCA
Salá, salá y resalá, a pesar de haberse quedado sin su Dani y su Edi y de estar en tratamiento por un cáncer de mama que no la ha tenido apartada de los escenarios pero sí le ha obligado a aplazar algunos de sus recitales. El alma mater de Chambao ha decido vivir Pokito a poko y guerrear contra su enfermedad con las armas que mejor maneja: su música de fusión, sus letras comprometidas y su inteligente pasotismo ante la muerte.
-Lo primero es lo primero. Enhorabuena por el disco de oro dos meses después de sacar a la luz Pokito a poko. ¿No da vértigo tanto éxito en tan poco tiempo?
-Muchas gracias. Lo del éxito es que yo no sé muy bien lo que es. No hago mucho caso a esas cosas. Sé que las ventas son importantes pero no estoy pensando en eso, prefiero estar en otras cosas. Si te dan el disco de oro, encantá de la vida, pero vamos, no hago música para conseguir nada.
-Pokito a poko, ¿se vive mejor, se disfruta más o es un claro síntoma de que uno se hace mayor?
-Se vive no mucho, muchísimo mejor. Se entiende todo mejor. Hoy en día vamos muy deprisa, a ningún lado porque vamos todos al mismo sitio.
-En este segundo trabajo se suavizan un poco los ritmos electrónicos y el flamenco cobra más vidilla. ¿Se ha desvirtuado el espíritu original de Chambao?
-No, no creo que se haya desvirtuado, sigue estando. Supongo que hemos sacado un poco más nuestras raíces, quién sabe, pero tampoco es una cosa que nos hayamos propuesto, ha salido así. Realmente, cuande haces música no te planteas hacerla por algo o para algo, la haces porque te gusta en ese momento y te pones un poco pesado con el tema hasta que sale. Si nos lo propusiéramos, lo mismo no salía el sonido que tenemos.
-Y las letras, ¿han madurado?
-Hay un crecimiento personal y musical del grupo y se refleja en todo. Con nuestras letras transmitimos aquellas cosas que nos inquietan.
«Tengo fuerzas para todo»
-Parece que le han dejado sola... ¿Por qué esa huida de Dani y Edi?
-No sé. La verdad es que habría que preguntárselo a ellos. A lo mejor es porque no se esperaban que las cosas ocurrieran así. Chambao se inició como una cosa para echar un ratito. De ahí salió una mezcla y a esa mezcla decidimos ponerle flamenco chill, pero no pretendíamos hacer música, ni que nos contratara una discográfica, ni hacer algo nuevo, ¿sabes? Entonces a lo mejor a ellos no les ha venido bien al cabo del tiempo. Pero realmente no sé yo muy bien el porqué. Nada más que lo saben ellos. Un día dijeron: «Nos vamos», y les dije que bueno, y que tendrían las puertas abiertas para cuando quisiesen volver.
-Pero sola se apaña bastante bien...
-Yo sí. Tengo fuerzas para todo.
-Este disco parece una autobiografía musical por los continuos guiños en sus temas a unas renovadas ganas de vivir...
-Bueno, depende de la flipaera que quiera ponerle cada uno. Mi enfermedad vino después de grabar el disco. Yo sí tengo muchas ganas de hacer de todo. Desde conciertos, viajar, sacar más temas, hacer colaboraciones con otra gente y eso es lo que transmito. Esas ganas de hacer de todo puede que me las haya dado la enfermedad o el hecho de haberme quedado sola con todo y por eso saco más fuerza; es como el instinto animal.
-Ya que hablamos de salud, ¿cómo va la batalla contra el cáncer?
-Uf, yo la llevo muy bien. A mí no me importa hablar de eso. Prefiero contarlo porque me ayuda a asimilarlo. Soy una persona que si escucho de mi boca mis problemas es como si se fueran, no sé por qué. Desde que me operaron, para mí desapareció el problema. Me quitaron un 85% de la enfermedad, el resto te lo quita la quimioterapia. Tengo ocho ciclos de quimio, ya me he dado tres, ahora en agosto me dan dos y ya en octubre termino. Vaya, que no me ha dado más problemas que la caída del pelo. A mí el deterioro físico me importa tres pitos, porque eso luego se recupera y los vómitos y las naúseas que da la quimio a mí no me han dado, estoy muy contenta. Igual hay gente que tiene cáncer y me escucha y dice que no sé de lo que va, pero mi experiencia ha sido positiva dentro de la enfermedad. Hay mucho tabú y mucho miedo con la palabra cáncer. Yo le tengo más miedo a la palabra metástasis. El cáncer se trata. La metástasis es para toda la vida. Así que nada, te quitan cuatro cosas: la carne, la leche, y esas cosas. Después vendrá la radioterapia. Ganar al cáncer es pan comío.
-Afortunadamente para sus seguidores y también para la música, usted ha seguido hacia delante. Pero, ¿en algún momento temió abandonar los escenarios para siempre?
-Sí, el día que me dijeron que tenía un calcinoma de grado tres filtrante... es que tiene nombre, apellidos, barriada y código postal (risas)... Bueno, ese día me dio un shock. Estuve todo el tiempo llorando; es normal. Me permití un día sólo de bajón. Al día siguiente ya quería hablar con el cirujano porque él quería esperar un mes, pero yo le dije que no. Quería enfrentarme a la realidad desde ese momento. No me gustan ni los tremendismos, ni los sensacionalismos, porque se me van de las manos. Prefiero manjearme yo, que no se me vaya la cabeza ni con noticias buenas, ni malas.
-La canción que abre el disco, Mi primo Juan, es un llamamiento a la utilización de sustancias como el cannabis o la marihuana para paliar los efectos de la quimioterapia en enfermos de cáncer. ¿Qué le dice a los detractores de este posible tratamiento terapéutico?
-Les preguntaría si es que no conocen a nadie que lo haya pasado. Normalmente el ser humano aprende cuando lo vive en su pellejo. El que aun así lo haya vivido y diga que no, la verdad es que no entiendo el porqué tanto miedo. No vamos a ir todos drogados por la calle. El mundo no está en las manos de quien prohíbe el cannabis, y encima con fines terapéuticos. Hay muchas veces que se nos olvida que somos seres humanos y nos olvidamos de la humanidad. Actuamos a nuestro beneficio y con todas las tonterías que nos han metido en la cabeza de pequeños.
«Me siento 'acompañá'»
-No sé si es usted de las que cuando acaban un concierto se sienta a analizarlo. Si es así, ¿siente que su desgaste como consecuencia del cáncer ha mermado la calidad de sus actuaciones?
-No, mujer. El directo está ahora más chulo que antes. Yo siempre he tenido unas ideas para los directos, y además de machismo, en mi grupo había un retraimiento por mi parte. Yo estaba muy escondida detrás de Dani y de Edi y daba mis ideas de vez en cuando, pero era como si «alguien ha dicho algo, no lo hemos oído». Hoy en día, como estoy sola he podido dar forma a todas esas ideas porque ya nadie me dice que no lo haga. Somos una piña, yo soy la cara, pero el grupo somos todos. Ahora es como más acompañá me siento. Antes yo a mí misma no me oía.
-¿Cree?
-En la energía y en el amor. En la Iglesia no. Hace tiempo que tenía que haber desaparecido. Creo que el poder es malo. El mundo no debería estar gobernado por políticos. Bueno, esos son mis mundos de Yuppy. Es difícil, lo mismo nos entra un cambio a todos.
La voz de Chambao presenta esta noche en Lorca su ya disco de oro 'Pokito a poko'
T. M. M./LORCA
Salá, salá y resalá, a pesar de haberse quedado sin su Dani y su Edi y de estar en tratamiento por un cáncer de mama que no la ha tenido apartada de los escenarios pero sí le ha obligado a aplazar algunos de sus recitales. El alma mater de Chambao ha decido vivir Pokito a poko y guerrear contra su enfermedad con las armas que mejor maneja: su música de fusión, sus letras comprometidas y su inteligente pasotismo ante la muerte.
-Lo primero es lo primero. Enhorabuena por el disco de oro dos meses después de sacar a la luz Pokito a poko. ¿No da vértigo tanto éxito en tan poco tiempo?
-Muchas gracias. Lo del éxito es que yo no sé muy bien lo que es. No hago mucho caso a esas cosas. Sé que las ventas son importantes pero no estoy pensando en eso, prefiero estar en otras cosas. Si te dan el disco de oro, encantá de la vida, pero vamos, no hago música para conseguir nada.
-Pokito a poko, ¿se vive mejor, se disfruta más o es un claro síntoma de que uno se hace mayor?
-Se vive no mucho, muchísimo mejor. Se entiende todo mejor. Hoy en día vamos muy deprisa, a ningún lado porque vamos todos al mismo sitio.
-En este segundo trabajo se suavizan un poco los ritmos electrónicos y el flamenco cobra más vidilla. ¿Se ha desvirtuado el espíritu original de Chambao?
-No, no creo que se haya desvirtuado, sigue estando. Supongo que hemos sacado un poco más nuestras raíces, quién sabe, pero tampoco es una cosa que nos hayamos propuesto, ha salido así. Realmente, cuande haces música no te planteas hacerla por algo o para algo, la haces porque te gusta en ese momento y te pones un poco pesado con el tema hasta que sale. Si nos lo propusiéramos, lo mismo no salía el sonido que tenemos.
-Y las letras, ¿han madurado?
-Hay un crecimiento personal y musical del grupo y se refleja en todo. Con nuestras letras transmitimos aquellas cosas que nos inquietan.
«Tengo fuerzas para todo»
-Parece que le han dejado sola... ¿Por qué esa huida de Dani y Edi?
-No sé. La verdad es que habría que preguntárselo a ellos. A lo mejor es porque no se esperaban que las cosas ocurrieran así. Chambao se inició como una cosa para echar un ratito. De ahí salió una mezcla y a esa mezcla decidimos ponerle flamenco chill, pero no pretendíamos hacer música, ni que nos contratara una discográfica, ni hacer algo nuevo, ¿sabes? Entonces a lo mejor a ellos no les ha venido bien al cabo del tiempo. Pero realmente no sé yo muy bien el porqué. Nada más que lo saben ellos. Un día dijeron: «Nos vamos», y les dije que bueno, y que tendrían las puertas abiertas para cuando quisiesen volver.
-Pero sola se apaña bastante bien...
-Yo sí. Tengo fuerzas para todo.
-Este disco parece una autobiografía musical por los continuos guiños en sus temas a unas renovadas ganas de vivir...
-Bueno, depende de la flipaera que quiera ponerle cada uno. Mi enfermedad vino después de grabar el disco. Yo sí tengo muchas ganas de hacer de todo. Desde conciertos, viajar, sacar más temas, hacer colaboraciones con otra gente y eso es lo que transmito. Esas ganas de hacer de todo puede que me las haya dado la enfermedad o el hecho de haberme quedado sola con todo y por eso saco más fuerza; es como el instinto animal.
-Ya que hablamos de salud, ¿cómo va la batalla contra el cáncer?
-Uf, yo la llevo muy bien. A mí no me importa hablar de eso. Prefiero contarlo porque me ayuda a asimilarlo. Soy una persona que si escucho de mi boca mis problemas es como si se fueran, no sé por qué. Desde que me operaron, para mí desapareció el problema. Me quitaron un 85% de la enfermedad, el resto te lo quita la quimioterapia. Tengo ocho ciclos de quimio, ya me he dado tres, ahora en agosto me dan dos y ya en octubre termino. Vaya, que no me ha dado más problemas que la caída del pelo. A mí el deterioro físico me importa tres pitos, porque eso luego se recupera y los vómitos y las naúseas que da la quimio a mí no me han dado, estoy muy contenta. Igual hay gente que tiene cáncer y me escucha y dice que no sé de lo que va, pero mi experiencia ha sido positiva dentro de la enfermedad. Hay mucho tabú y mucho miedo con la palabra cáncer. Yo le tengo más miedo a la palabra metástasis. El cáncer se trata. La metástasis es para toda la vida. Así que nada, te quitan cuatro cosas: la carne, la leche, y esas cosas. Después vendrá la radioterapia. Ganar al cáncer es pan comío.
-Afortunadamente para sus seguidores y también para la música, usted ha seguido hacia delante. Pero, ¿en algún momento temió abandonar los escenarios para siempre?
-Sí, el día que me dijeron que tenía un calcinoma de grado tres filtrante... es que tiene nombre, apellidos, barriada y código postal (risas)... Bueno, ese día me dio un shock. Estuve todo el tiempo llorando; es normal. Me permití un día sólo de bajón. Al día siguiente ya quería hablar con el cirujano porque él quería esperar un mes, pero yo le dije que no. Quería enfrentarme a la realidad desde ese momento. No me gustan ni los tremendismos, ni los sensacionalismos, porque se me van de las manos. Prefiero manjearme yo, que no se me vaya la cabeza ni con noticias buenas, ni malas.
-La canción que abre el disco, Mi primo Juan, es un llamamiento a la utilización de sustancias como el cannabis o la marihuana para paliar los efectos de la quimioterapia en enfermos de cáncer. ¿Qué le dice a los detractores de este posible tratamiento terapéutico?
-Les preguntaría si es que no conocen a nadie que lo haya pasado. Normalmente el ser humano aprende cuando lo vive en su pellejo. El que aun así lo haya vivido y diga que no, la verdad es que no entiendo el porqué tanto miedo. No vamos a ir todos drogados por la calle. El mundo no está en las manos de quien prohíbe el cannabis, y encima con fines terapéuticos. Hay muchas veces que se nos olvida que somos seres humanos y nos olvidamos de la humanidad. Actuamos a nuestro beneficio y con todas las tonterías que nos han metido en la cabeza de pequeños.
«Me siento 'acompañá'»
-No sé si es usted de las que cuando acaban un concierto se sienta a analizarlo. Si es así, ¿siente que su desgaste como consecuencia del cáncer ha mermado la calidad de sus actuaciones?
-No, mujer. El directo está ahora más chulo que antes. Yo siempre he tenido unas ideas para los directos, y además de machismo, en mi grupo había un retraimiento por mi parte. Yo estaba muy escondida detrás de Dani y de Edi y daba mis ideas de vez en cuando, pero era como si «alguien ha dicho algo, no lo hemos oído». Hoy en día, como estoy sola he podido dar forma a todas esas ideas porque ya nadie me dice que no lo haga. Somos una piña, yo soy la cara, pero el grupo somos todos. Ahora es como más acompañá me siento. Antes yo a mí misma no me oía.
-¿Cree?
-En la energía y en el amor. En la Iglesia no. Hace tiempo que tenía que haber desaparecido. Creo que el poder es malo. El mundo no debería estar gobernado por políticos. Bueno, esos son mis mundos de Yuppy. Es difícil, lo mismo nos entra un cambio a todos.
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2 comentarios:
joder que cojones y que coherencia que muestra la tia cuando habla, detras de esas palabras la voz de su musica para mi cobra otro carizma
animo
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